lunes, 27 de julio de 2015

“No habrá nube que tape el sol que estamos buscando”. ¡Hasta siempre Eulogio!


Eulogio Frites nos dejo el viernes pasado. Fue un hermano nacido en territorio de la comunidad Varas, Palca de Aparzo, en Humahuaca, Jujuy. Tempranamente se hizo un camino en el campo del derecho y en especial el de los Pueblos Originarios. La UBA va a ser la facultad que lo forja y que a la vez comienza a ser interpelada ante la presencia de un originario en sus claustros.

Como un visionario y justiciero de las luchas de sus hermanos, generó una fuente de esperanza en la lucha jurídica de los Pueblos Originarios. Con la fuerza de un guerrero, hijo del padre sol y la madre tierra, abrió camino, fue creador y estratega. Lapicera en mano fue plasmando las ideas y dándolas a conocer con su máquina de escribir, abriéndose paso en los pasillos de Tribunales, en el Congreso, y en los Ministerios. 

Su sonrisa inolvidable era su sello personal, y era muy profesional, el Dr. Frites daba cátedra, sus alocuciones eran extraordinarias y conmovían a los auditorios más fríos, duros.

Con la humildad de los grandes, para atender a sus hermanos, con profundo amor por los Pueblos, y convencido de que valorando nuestra cultura y con el aporte de la ciencia universal, saldríamos adelante.

Con sus penurias y sus fuerzas empujaba hacia adelante, y daba su ejemplo cuando demostraba su amor por su familia, esposa, hijos y nietos. Su admiración por su madre y padre, y su historia de vida, de cara al la oligarquía Salteña de los Patrón Costa. 

La historia oral también era su pasión, como el derecho. Recordaba a los grandes caciques, Taigoyic, Meguesoxochi, Calfucura, Viltipoco, y las batallas de Quera, entre otros.

Un jurista que marcó un antes y un después. No lo detenía la adversidad, y avanzaba ya sea desde las letras, en forma de canto, con el retumbar de una caja, en el quichua de su prosa, fue abriendo caminos a hermanos y hermanas en el camino del derecho de los Pueblos Originarios. 

Te han sembrado Hermano Dr. Frites, desde los cinco continentes te recuerdan y te consideran un padre, un maestro. Se van a concentrar todos los reconocimientos, de todos los Pueblos Originarios, y la Pachamama te recibirá en su seno. 

“No habrá nube que tape el sol que estamos buscando”. 

Eulogio Frites, ¡Hasta siempre!

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